mayo 17, 2024

 

El médico de Médicos Sin Fronteras (MSF), Carig Spencer, contagiado por el virus del Ébola, ha sido dado de alta este martes del Centro Hospitalario de Bellevue de HHC de Nueva York. El Doctor contrajo el virus mientras cumplía su misión en Guinea, en África occidental.

A raíz de la confirmación de los resultados de las pruebas realizadas por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), el equipo médico del Dr. Spencer ha determinado que ya no tiene el virus ni es contagioso. Fue internado el 23 de octubre de 2014, tras notificar al personal médico de MSF que tenía fiebre. Se informó de inmediato al Departamento de Salud e Higiene Mental de la Ciudad de Nueva York, y se ingresó al Dr. Spencer con celeridad en el Centro Hospitalario de Bellevue de HHC, donde los análisis de laboratorio confirmaron la infección por el virus del Ébola.

«Estamos inmensamente agradecidos porque Craig se recuperó del Ébola y expresamos un enorme reconocimiento por la atención excepcional que le brindó el equipo médico del Centro Hospitalario de Bellevue de HHC», ha declarado Sophie Delaunay, directora de MSF de Estados Unidos. «La epidemia de Ébola sigue haciendo estragos en África occidental y requiere del compromiso ininterrumpido de los voluntarios médicos para combatirla. Enfrentar esta crisis exige un compromiso doble de los voluntarios médicos y de la ciudadanía. Al volver a casa, los profesionales de la salud deben vigilar diligentemente su estado de salud, como lo hizo Craig; mientras que la población no debe estigmatizar ni amenazar a estos voluntarios», agregó.

El médico, tras su salida del hospital se ha mostrado agradecido con la organización de los sanitarios para paliar su enfermedad. «Mi recuperación del Ébola habla de la eficacia de los protocolos en vigor en el momento de mi infección para el personal de salud que regresa de África occidental. Soy el ejemplo vivo de cómo funcionan esos protocolos, y de cómo la detección temprana y el aislamiento son fundamentales no sólo para sobrevivir al Ébola sino para asegurar que tampoco se transmita a otros», asegura.

Desde que el brote del Ébola en África Occidental se declarara oficialmente el 22 de marzo en Guinea, éste se ha cobrado 5.408 vidas e infectado a 13.592 personas en la región. El brote es el más grande ocurrido hasta ahora y afecta a cuatro países en África Occidental: Guinea, Liberia, Sierra Leona y Malí.

MSF gestiona seis centros para pacientes de Ébola y proporciona aproximadamente 600 camas en aislamiento. Desde que empezara el brote, MSF ha enviado más de 700 trabajadores humanitarios internacionales a la región y ha atendido a más de 5.600 pacientes; entre los cuales se confirmó que alrededor de 3.500 tenían Ébola. En estos centros han sobrevivido y han sido dados de alta más de 1.400 pacientes. Además de brindar atención médica, los equipos de MSF capacitan a personal de salud, apoyan los trabajos de control de la infección, localizan a las personas con quienes se tuvo contacto, realizan vigilancia epidemiológica, distribuyen botiquines de protección domiciliaria y garantizan entierros seguros.

MSF también ha empezado a distribuir en gran escala tratamientos contra la malaria a aproximadamente 300.000 personas en Liberia. El objetivo es reducir la morbilidad y mortalidad en las zonas más pobres y con mayor densidad demográfica de Monrovia -donde el acceso a la atención médica ya era muy limitado-; así como el riesgo de que las personas se infecten con el virus del Ébola en los centros de salud.

Cada vez que un miembro del personal de MSF se infecta con el virus se lleva a cabo una investigación completa. De ser necesario, se modifican los protocolos de seguridad médica de MSF. Hasta el momento, se ha constatado que la gran mayoría de las infecciones del personal se han producido en la comunidad. La investigación sobre la infección del Dr. Spencer está actualmente en curso.

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