En 28 entidades y el Distrito Federal se realizaron ayer movilizaciones para exigir que sean presentados con vida los 43 estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa, desaparecidos desde septiembre pasado. En las manifestaciones prevaleció un ambiente de paz, con excepción de las realizadas en la capital del país y en Guerrero, donde se produjeron diversos disturbios.
Al cumplirse el segundo año de gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, y luego de una marcha que partió del Zócalo capitalino hacia el Ángel de la Independencia, medio centenar de embozados destrozó sucursales bancarias y establecimientos comerciales ubicados en la avenida Paseo de la Reforma.
Durante el trayecto de la movilización encabezada por familiares y compañeros de los normalistas, los encapuchados, armados con tubos, palos y botes con gasolina, atacaron un par de bancos en el Centro Histórico y dos más en las inmediaciones del Ángel de la Independencia.
Posteriormente, este grupo de anarquistas se concentró sobre avenida Chapultepec y comenzó a avanzar por la calle de Florencia, donde arrojó piedras y petardos a todos los establecimientos comerciales.
Enseguida, los encapuchados ingresaron a Paseo de la Reforma, y por la lateral de esta arteria con dirección al Centro de la ciudad continuaron realizando destrozos en los inmuebles; a algunos de éstos arrojaron gasolina y les prendieron fuego.
Tras unos minutos, elementos de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal comenzaron a avanzar sobre Paseo de la Reforma detrás de los embozados, a fin de replegarlos, y a la altura de la sede del Senado realizaron un primer encapsulamiento.
En este primer grupo de retenidos se encontraban decenas de personas que participaron en la marcha y retornaban del mitin realizado en el Ángel, pues algunos de los encapuchados comenzaron a correr y se mezclaron entre ellos.
Luego de unos minutos y debido a la intermediación de observadores de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), las personas fueron dejadas en libertad; lo mismo ocurrió con un segundo contingente encapsulado que venía detrás del primero.
En este segundo grupo, las personas retenidas se identificaron como estudiantes de la Facultad de Derecho de la UNAM, los cuales fueron resguardados por personal de la primera y segunda Visitaduría de la CNDH , quienes realizaron una cadena humana a su alrededor.
El personal del organismo los acompañó hasta la estación Hidalgo del Metro, donde los manifestantes ingresaron en grupos de 40, quienes también fueron seguidos en su trayecto por los observadores, ya que argumentaron que se realizan “detenciones arbitrarias” cuando se dispersan.
De acuerdo con el Gobierno del Distrito Federal, el saldo de estos hechos fue: “daños” en siete sucursales bancarias y cuatro establecimientos mercantiles, además de tres hombres detenidos y presentados ante el Ministerio Público para deslindar responsabilidades.
En un comunicado, la Secretaría de Gobierno capitalina reportó que siete mil personas participaron en esta movilización.
Durante los disturbios y el repliegue de la Policía del DF hubo al menos una decena de personas lesionadas que fueron atendidas por la autodenominada Brigada Humanitaria de Paz Marabunta, además de que se encontraban integrantes de la ONU en materia de derechos humanos.
También en el DF, integrantes de la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación (CNTE) protestaron en 24 embajadas, donde entregaron oficios para solicitar que los gobiernos de esos países se pronuncien contra las acciones del gobierno federal.