diciembre 10, 2024

Los ataques llegan luego de un sangriento fin de semana en el que más de 170 personas murieron en el norte del país más rico y poblado de Africa en una serie de atentados atribuidos a Boko Haram, una brutal secta que lucha desde hace años por crear un Estado islámico en el norte de Nigeria.

Rescatistas evacuaron a los muertos y heridos en el atentado al mercado de Maidiguri, el mismo donde otras dos mujeres suicidas mataron a 35 personas la semana pasada, dijo Bala Dauda, un hombre que atiende uno de los puestos del mercado, el más grande de la ciudad, capital del estado (provincia) de Borno.

«No puedo decir cuántos muertos o heridos hubo, pero vi muchas víctimas sangrando, otras con partes del cuerpo desmembradas por las explosiones», dijo Dauda en declaraciones por teléfono citadas por el diario nigeriano The Premium Times.

El jefe de policía de Borno, Clement Adoda, dijo al mismo periódico que seis personas murieron por los estallidos, entre ellos las dos mujeres que portaban las bombas.

Más temprano, fuentes de seguridad no identificadas, citadas por la agencia de noticias EFE, dijeron que el atentado dejó 10 muertos.

No fue posible establecer el porqué de la discrepancia, aunque no es infrecuente en el caos y la confusión que suelen seguir a los ataques en esas zonas remotas de Nigeria.

Luego de las explosiones, grupos de hombres jóvenes levantaron barricadas en algunas rutas en torno a Maidiguri para proteger la ciudad.

Estos grupos de defensa comunitarios y las fuerzas de seguridad locales han sido acusadas de ejecuciones sumarias y otros abusos cometidos contra personas a las que identifican como miembros de Boko Haram.

Ninguna organización reivindicó el ataque en Maidiguri, pero la gente rápidamente acusó a Boko Haram, que ha cometido numerosos atentados de este tipo en su campaña insurgente de ya cinco años de duración, que provocó la muerte de miles de personas y el desplazamiento forzado de cientos de miles.

En Damaturu, capital del estado de Yobe, 135 kilómetros al oeste de Maidiguri, supuestos combatientes de Boko Haram ingresaron a la ciudad por el sur en horas de la madrugada, desatando fuertes combates con fuerzas de seguridad locales, dijeron fuentes policiales y testigos.

El primer objetivo de los agresores fue una base de respuesta rápida de la policía, dijo un oficial de policía a The Premium Times.
«No tenemos detalles sobre víctimas, pero tememos que sean muchas», señaló la fuente, que no fue identificada.

El Ministerio de Defensa dijo que un avión de combate bombardeó a los atacantes en Damaturu.

«Todavía estamos bajo fuego», dijo el jefe de policía de Yobe, Marcus Danladi, a The Premium Times.

«Compadézcanse de nosotros. No hay nada que pueda decirles ahora», agregó.

Un residente de la ciudad, Yaya Haruna, dijo al mismo periódico que los tiros comenzaron a las 6 de la mañana.

«Es como si nos tuvieran rodeados a todos; se oyen explosiones y tiroteos. Estamos todos tirados en el piso con nuestras familias. Por favor, recen por nosotros, para que sobrevivamos».

Los ataques contra ambas capitales provinciales muestran una intensificación de la violencia de Boko Haram en el norte de Nigeria, el país más rico y poblado de Africa.

La secta islamista, cuyo nombre significa «La Educación Occidental es Pecado», ha aumentado la frecuencia e intensidad de los ataques desde que el gobierno del presidente Goodluck Jonathan afirmó que el Ejército había alcanzado una tregua con el grupo, en septiembre pasado.

El viernes pasado, un ataque con bombas y a tiros dejó más de 100 muertos en una mezquita en la norteña Kano, la segunda ciudad más grande de Nigeria.

Boko Haram controla una veintena de ciudades y poblados a lo largo de la frontera nororiental de Nigeria en los que ha proclamado un califato islámico que se rige por una versión ultraconservadora de la ley islámica.

Los extremistas atacan a musulmanes a los que consideran moderados o colaboracionistas del gobierno. También mantiene a cientos de rehenes, entre ellos 219 chicas secuestradas en abril pasado de una escuela para pupilas en la ciudad de Chibok, estado de Borno.

Funcionarios y comentaristas han expresado sus temores de que estén utilizando a las chicas para cometer atentados suicidas.

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