Tras jugar un certamen de altísimo nivel, Alemania se consagró por cuarta vez en su historia como campeón de la Copa Mundial de la FIFA™ gracias a la victoria sobre Argentina por 1-0 en tiempo suplementario. El partido se jugó el domingo 13 de julio en el Estadio Maracaná, de Río de Janeiro. Mario Goetze fue el autor del gol alemán en el segundo tiempo del alargue.
Alemania inició la final con una mala noticia: Sami Khedira se lesionó en el calentamiento previo y su lugar lo tomó Christoph Kramer. Pese a la sensible baja, los alemanes lograron dominar la mitad de la cancha en base a toque y circulación, con Bastian Schweinsteiger como director de orquesta. Argentina que había mostrado una gran capacidad de quite en la medular desde los cuartos de final contra Bélgica, no tuvo en Lucas Biglia y Javier Mascherano los diques esperados. Tuvieron que ser los laterales, en último caso los centrales, los que fueron cerrando grifos.
Aún así, a los europeos les costó crear peligro real con pelota en movimiento. Tuvieron una en los pies de Toni Kroos tras fallo en la entrega de Mascherano y un cabezazo en el palo de Howedes sobre el final de la etapa. Justamente a espaldas del lateral izquierdo, Argentina encontró grietas para lastimar de contra. Ezequiel Lavezzi fue clave para romper líneas y la más clara fue de Lionel Messi: una galopada que terminó con Jérõme Boateng salvando sobre la línea. Antes, Gonzalo Higuaín pifió el remate cuando estaba solo ante Manuel Neuer. El banco argentino fue un festival de gestos de incredulidad por la enorme ocasión fallada.
Goetze, el héroe
En el segundo tiempo, Alejandro Sabella apostó por Sergio Agüero por Lavezzi, un cambio destinado a tener más pimienta arriba y, a la vez, controlar mejor a Schweinsteiger. Sorpendió a Alemania en el comienzo y Messi tuvo el gol pero le pegó demasiado mordido.
Más tapado Schweini, Alemania decidió desequilibrar con las subidas de Philipp Lahm. Una de ellas encontró a Klose, pero el 11 cabeceó flojo. El encuentro entró en una larga meseta, con Argentina mejor parado que en el comienzo del duelo pero con poca profundidad. El cansancio, cada vez más presente. Messi hizo dos slaloms de los suyos, y como respuesta, Lahm encontró a Kroos, que, solo, no pudo darle precisión.
El suplementario, con los dos extenuados, se jugó con el corazón en la mano. Romero salvó a Argentina y Palacio erró lo imposible. Alemania asumió muchos riesgos. La Albiceleste, en su tercer alargue del torneo, apostó al contraataque.
Hasta que Schuerrle encontró el hueco por la izquierda, Martín Demichelis perdió a Goetze y el crack la durmió con el pecho y la clavó de media vuelta (1-0, 113′). Argentina intentó con el alma pero no le alcanzó. La Mannschaft se colgó su cuarta estrella y se transformó en el primer equipo europeo en coronarse en Sudamérica.
Fuente: FIFA.com)