«Ni una menos», fue el mensaje que apareció en la pantalla que albergó el concierto que Los Fabulosos Cadillacs dieron en su regreso a la Ciudad de México.
La agrupación argentina se sumó así a las peticiones a nivel mundial en contra de la violencia hacia la mujer en ilustraciones hechas en vivo por el Dr.Alderete (quien ha trabajado también para Andrés Calamaro), cuando los integrantes salieron cercanas las 21:35 al escenario del Palacio de los Deportes.
El júbilo de 21 mil asistentes no se hizo esperar, ni los saltos y uno que otro que se desprendió de sus cervezas para lanzarlas al aire por la emoción. Canciones como «Mi novia se cayó en un pozo ciego», «Las venas abiertas de América Latina», «Nro. 2 en tu lista» y «El genio del dub» sonaron enérgicas para que los gritos enaltecieran los movimientos del cantante Vicentico al quitarse la chamarra.
El baile no cesó, ni tampoco los cánticos que acompañaron a «Demasiada presión» o la presentación de su último álbum de estudio La Salvación de Sólo y Juan con temas como «Averno, el fantasma», «El rey del swing» o «La tormenta».
Los hijos tanto de Vicentico como de Flavio, Florian y Astor, eran parte de los músicos, por lo que sus padres estaban una vez más orgullosos. Fue entonces que quienes se presentarán en un formato un poco más íntimo el próximo lunes en el Plaza Condesa decidieron darle más sabor a la noche con «Manuel Santillán, El León» o «Calaveras y diablitos» antes de brindar unas de las pocas palabras que dieron en el show.
«Muy buenas noches queridos y queridas amigos y amigas. Muchas gracias por venir hoy a esta fiesta privada para nosotros, vamos ahora a cantarle a las calaveras y a los diablos que nos acompañen hoy», saludó Vicentico para seguir dando voz a la reconocida canción.
Para la recta final dejaron algunos clásicos que saben son los más esperados tal es el caso de «Saco azul», «La luz del ritmo», «Carnaval toda la vida», «Carmela», «Mal bicho» y «Matador», con la que se despidieron de su público.
Pero nadie se quería ir y los llamaron de vuelta para un encore que incluyó el cover de Sumo «Mañana en el abasto», además de «Siguiendo la luna», «Vasos vacíos», «El satánico Dr. Cadillac» y el que han hecho un himno y sus fans les piden desde el inicio «Yo no me sentaría en tu mesa». Así, brincando y con una alegría nata, cerraron a las 23:36 y luego de dos horas y media de música.
Los encargados de calentar los motores fueron sus compatriotas Illya Kuryaki and The Valderramas, quienes abrieron el concierto también con la petición de «Ni una menos»; poco antes estuvo Cállate Mark, la banda de uno de los hijos de Vicentico.
Información de El Universal.com
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