
Rosie O’Donnell y Michelle Rounds libran una batalla legal para obtener la custodia permanente de Dakota, la pequeña que adoptaron cuando estuvieron casadas.
Rounds acusa a su ex esposa, la comediante Rosie O’Donnell de consumir drogas y alcohol delante de la niña, por lo que ella reclama tener la custodia legal.
Por su parte O’Donnell niega esas acusaciones, y dice que Michelle miente sólo para salir victoriosa en el juicio.
Las actrices estuvieron casadas por dos años, tiempo en el que fue adoptada Dakota, pero se separaron y comenzaron los trámites de divorcio, donde supuestamente se había acordado que O’Donnell se quedaría con la menor, pero luego Rounds se arrepintió.